El cambio de la ley del Consell Valencià de Cultura (CVC) para reducir de veintiuno a quince sus miembros no ha prosperado hoy en el pleno de Les Corts Valencianes, ya que solo ha recabado 47 votos del PP, cuando precisaba de una mayoría cualificada de 60 sufragios.
La oposición ha acusado al PP de tratar de controlar los órganos que les son "hostiles" y buscar "romper la sociedad", aunque se ha encontrado el "problema" de la mayoría cualificada, mientras que el PP ha defendido que esta es una propuesta "coherente" y "clara" que la oposición quiere "ensuciar y llenar de paja".
Trinidad Miró (PP) ha manifestado que esta ley no va a reducir el autogobierno y ha justificado la reducción de los consejeros en cuestiones de "sentido común, austeridad, eficiencia y eficacia", ya que "la gente en la calle pide" que se reduzca la Administración y que haya menos políticos.
Ha reprochado a la oposición que no haya apoyado ninguna medida de austeridad del Consell, y se ha preguntado por qué tiene que haber reducciones del Consell y de altos cargos, y no de las instituciones consultivas.
El socialista Juan Soto ha acusado al PP de querer "desmantelar" instituciones culturales que "no soportan" porque no apoyan el secesionismo lingüístico o los festejos taurinos, frente a las cuales impulsan "paraetas paralelas" que hagan el "trabajo sucio" al que se niegan esas instituciones.
Soto ha alertado de que el Consell ha optado por un "atajo" para "dinamitar" a las instituciones estatutarias que no se someten a sus intereses políticos, la ley de Señas de Identidad, impulsada por una Conselleria "mercenaria" y "verdugo" como es la de Gobernación.
Para Josep Maria Pañella, de Compromís, un CVC "efectivo" para supervisar e intermediar entre la Generalitat y el mundo profesional de la cultura debería tener más representantes que en la actualidad y estar "más entroncado" con el mundo de la cultura.
Pañella ha acusado al PP de querer "recortar" la pluralidad y el papel del CVC, cuando lo que habría que hacer es dotarle de más competencias y que sea "mucho más dinámico".
La diputada de Esquerra Unida Esther López ha afirmado que no tiene "ningún sentido" debatir una ley que es "solo un panfleto electoral" del PP, que supone perder un "tiempo precioso" para por ejemplo preguntar al Consell por el "escándalo" de su política de "saqueo de la cultura valenciana".
López ha resaltado que el Palau de Les Arts es "el símbolo de la ignominia" que ha supuesto la política cultural del PP y ha calificado de "mentira" y de "cortina de humo" que se diga que reducir los miembros del CVC reducirá el gasto público, pues solo perciben dietas de asistencia y ya han reducido sus gastos un 30 %.
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