La inversión pública era derroche en toda su dimensión
Los técnicos del Impiva, el instituto público de apoyo a la empresa, recomendaron hasta en dos ocasiones no financiar la Valencia Fashion Week (VFW) con dinero público al considerar que el evento de moda supondría un gasto que no tendría repercusión en la actividad económica valenciana. Pese a ello, el Impiva financió, en mayor o menor medida, todas las ediciones de la pasarela que ahora se ha suspendido.
"La dirección del Impiva solicitó al Circulo de Moda a través de la sección que yo gestionaba un estudio sobre la dimensión del proyecto de la Valencia Fashion Week (en aquel momento Pasarela del Carmen), su oportunidad y el modo en que podía repercutir en el despliegue de la industria de la moda en la Comunitat Valenciana" el exdirectivo del instituto Francisco Santonja.
"El trabajo de prospección aplicada al análisis del proyecto fue desplegado en dos escenarios: la valoración que las empresas que lideraban la presencia del producto moda elaborado en la Comunitat Valenciana en el mercado, en los sectores del textil y de la piel y la oportunidad de la pasarela para respaldarla, de una parte; de otra, la capacidad económica de las personas y empresas dispuestas a participar", relata Santonja.
De ese trabajo de análisis surgió un informe para la dirección del Impiva en el que "se desaconsejaba un esfuerzo inversor público en el evento, dado que había otras plataformas de promoción de la acción creativa en el mundo de la moda con una mayor capacidad de prescripción y que la industria de la moda elaborada en la Comunitat Valenciana podían encontrar de modo singular una respuesta efectiva en el mercado", recuerda el exdirectivo, ahora ya retirado. "La presencia de creativos como Tráfico de Modas, María José Navarro, Dolores Enguidanos o Francis Montesinos en pasarelas de Barcelona o de Madrid, eran un testimonio claro", recuerda.
A ello se unía que "la facturación de los creativos que iban a desfilar en la pasarela era realmente ridícula, salvo contadisimas excepciones. Y las empresas valencianas con capacidad de producción significativa no entendían la pasarela como el escenario ineludible o decisivo de la presencia de la moda en la Comunidad Valenciana".
Ese informe inicial, que no fue atendido por la dirección del Impiva, se repitió unos años más tarde, también a petición del propio instituto que ya llevaba financiando el evento. "Nuestro informe fue incluso más duro. La inversión era derroche en toda su dimensión porque las acciones de prescripción en la oferta del producto moda no se resuelve solo con creatividad", explica Santonja. "Los recursos económicos, de implicación de tecnología y de equipo son ineludibles y nunca se dieron esas situaciones, salvo en contadisimas excepciones", concluye el directivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario