El PP quiere mantener sus votos en la concertada blindando los conciertos dos años más

Catalá con los directores de la concertada

La iniciativa del PP no es nueva. En los albores del presente curso, la consellera de Educación, María José Català, aceleró la toma de decisiones para tratar de blindar la educación concertada en la Comunidad Valenciana. La intención era ampliar la duración de los conciertos de cuatro a seis años en Primaria, mientras que en el resto de etapas el período de vigencia sería de cuatro años, según la Lomce.

Quería el PP despejar la «incertidumbre» que genera la oposición con su «intento de adoctrinamiento y de imponer el pensamiento único que pretende la izquierda». Estas son palabras del portavoz del PP en Cortes, Jorge Bellver, quien ayer oficializó lo que venía orquestando el Consell en los últimos meses: una iniciativa parlamentaria que se tratará en el pleno de la próxima semana. Se debatirá la ampliación a seis años de los actuales convenios con colegios concertados para que los padres «puedan seguir eligiendo libremente el centro y el tipo de educación que quieren para sus hijos».

Busca el PP defender la concertada  y de paso pelear por un nicho de votos en el que están en juego los intereses de los 228.087 alumnos matriculados en el presente curso en centros privados y concertados, y los 14.355 docentes que ofrecen sus servicios en estos colegios, datos recogidos en el gráfico sobre la evolución de la concertada en la Comunidad.

El "ataque" de la izquierda a la educación concertada se ha suavizado a lo largo de la presente legislatura, en especial por parte del PSPV y Compromís que, ante las opciones de gobierno que les han dado las encuestas, han matizado algunas ideas embrionarias. «Estamos claramente a favor de mantener los conciertos, pero priorizando la educación pública», decía el candidato socialista a la Generalitat, Ximo Puig.

El mismo guión en Compromís: «no estamos en contra de la concertada, que cubre gran parte de la oferta en educación pública», aseguraba Mónica Oltra, la candidata de una coalición que ha puesto la concertada en el punto de mira de la Fiscalía Provincial de Valencia.

Denuncian las sombras de los conciertos educativos y una posible financiación irregular de la patronal de la concertada. Oltra habla de «transición amable», mientras Bellver le acusa de «practicar la filosofía Podemos».

La formación de Pablo Iglesias es la que más claro lo tiene. El pasado domingo, en la Fonteta insistieron en su idea irrenunciable de «escuela pública para todos los niños». En la misma línea se ha mantenido Esquerra Unida, contraria a los conciertos educativos porque «convierten el derecho a la educación en negocio». Aunque también en EU ha habido matiz, por parte de la coordinadora general, Marga Sanz: «las cooperativas han de tener un tratamiento especial en el sistema público educativo».

Los guiños dan alas al PP, que se presenta como el paladín de la concertada y el trilingüismo, frente a los que «quieren imponer el valenciano como lengua instrumental o expropiar colegios religiosos».

ermundo

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