Los grupos de la oposición en las Corts Valencianes han solicitado este miércoles la comparecencia en la cámara de la consellera de Cultura, María José Català, en relación con la investigación judicial por la gestión en el Palau de Les Arts de Valencia, caso en el que está imputada la exintendente, Helga Schmidt. Asimismo, la síndica ajunta de Compromís, Mònica Oltra, ha advertido: "aquí estaba cobrando comisiones hasta el Tato".
Por su parte, el vicepresidente del Consell, José Císcar, ha asegurado que desde el Gobierno valenciano se "tomaron las decisiones oportunas" en el coliseo tras la denuncia de un extrabajador y el posterior informe de la Intervención de la Generalitat en relación a la gestión del centro lírico. "Si hay algo más, nosotros lo desconocemos", ha apuntado en relación a la detención de Schmidt, que está imputada por tres delitos.
Todos ellos se han pronunciado de esta manera en los pasillos de las Corts a preguntas de los medios en relación al registro policial del Palau de Les Arts y la detención de Helga Schmidt este martes.
eldiario
El juez y la Policía hacen en Les Arts lo que no hizo la política
El desenlace del periplo de Helga Schmidt como intendente del Palau de les Arts (14 años en el puesto) no ha podido ser más escandaloso y, de paso, dañino para los intereses de la Comunidad Valenciana. Al final ha sucedido lo que se pretendía evitar y es que la imagen de la irrupción de la Policía en los despachos de Les Arts y la detención de Schmidt y del gerente de la Fundación, Ernesto Morero, se ha paseado por los telediarios de toda España y por las óperas de todo el planeta.
Cuánta razón tenía Plácido Domingo cuando exigió una explicación pública cuando EL MUNDO publicó la investigación sobre el posible cobro de comisiones ocultas a través de Patrocini de les Arts, una empresa privada montada en paralelo al departamento de patrocinios de la ópera valenciana.
Sorprendentemente, mientras el maestro Plácido exigía explicaciones, algunos medios buscaban con cierta ansiedad un desmentido oficial para desprestigiar a este diario. El despliegue policial de ayer, bajo la batuta del juez Vicente Ríos, hace pensar que el asunto va más allá de un tema de «incompatibilidad» en el ejercicio del cargo de la intendente.
La protección política de que ha gozado durante años Schmidt ha saltado por los aires pero, como en otros casos, fruto de la actuación judicial y no política. Han faltado reflejos para que la imagen de la región no fuera, de nuevo, pisoteada.
ermundo
Un teatro de ópera sin dirección artística ni orquestal
La cúpula desmochada del Palau de les Arts es algo más que una metáfora del desmoronamiento del buque insignia de la política cultural valenciana en lo que va de siglo.
Esta es la primera temporada sin director de orquesta, situación a la que se suma la pérdida de dirección del Festival del Mediterràni, con la salida de Zubin Mehta, y por tanto la desaparición del emblemático certamen. Al déficit de dirección se añade desde hoy la ausencia de dirección artística al ser Helga Schmidt despojada por el momento de sus funciones, en palabras de la consejera de Cultura, María José Català, a raíz de su imputación judicial.
elpaís
Por su parte, el vicepresidente del Consell, José Císcar, ha asegurado que desde el Gobierno valenciano se "tomaron las decisiones oportunas" en el coliseo tras la denuncia de un extrabajador y el posterior informe de la Intervención de la Generalitat en relación a la gestión del centro lírico. "Si hay algo más, nosotros lo desconocemos", ha apuntado en relación a la detención de Schmidt, que está imputada por tres delitos.
Todos ellos se han pronunciado de esta manera en los pasillos de las Corts a preguntas de los medios en relación al registro policial del Palau de Les Arts y la detención de Helga Schmidt este martes.
eldiario
El juez y la Policía hacen en Les Arts lo que no hizo la política
El desenlace del periplo de Helga Schmidt como intendente del Palau de les Arts (14 años en el puesto) no ha podido ser más escandaloso y, de paso, dañino para los intereses de la Comunidad Valenciana. Al final ha sucedido lo que se pretendía evitar y es que la imagen de la irrupción de la Policía en los despachos de Les Arts y la detención de Schmidt y del gerente de la Fundación, Ernesto Morero, se ha paseado por los telediarios de toda España y por las óperas de todo el planeta.
Cuánta razón tenía Plácido Domingo cuando exigió una explicación pública cuando EL MUNDO publicó la investigación sobre el posible cobro de comisiones ocultas a través de Patrocini de les Arts, una empresa privada montada en paralelo al departamento de patrocinios de la ópera valenciana.
Sorprendentemente, mientras el maestro Plácido exigía explicaciones, algunos medios buscaban con cierta ansiedad un desmentido oficial para desprestigiar a este diario. El despliegue policial de ayer, bajo la batuta del juez Vicente Ríos, hace pensar que el asunto va más allá de un tema de «incompatibilidad» en el ejercicio del cargo de la intendente.
La protección política de que ha gozado durante años Schmidt ha saltado por los aires pero, como en otros casos, fruto de la actuación judicial y no política. Han faltado reflejos para que la imagen de la región no fuera, de nuevo, pisoteada.
ermundo
Un teatro de ópera sin dirección artística ni orquestal
La cúpula desmochada del Palau de les Arts es algo más que una metáfora del desmoronamiento del buque insignia de la política cultural valenciana en lo que va de siglo.
Esta es la primera temporada sin director de orquesta, situación a la que se suma la pérdida de dirección del Festival del Mediterràni, con la salida de Zubin Mehta, y por tanto la desaparición del emblemático certamen. Al déficit de dirección se añade desde hoy la ausencia de dirección artística al ser Helga Schmidt despojada por el momento de sus funciones, en palabras de la consejera de Cultura, María José Català, a raíz de su imputación judicial.
elpaís
Los hechos confirman que a la consellera de Cultura, María José Catalá, se ha equivocado en la gestión del caso
...está ocurriendo lo mismo en el caso del Palau de les Arts.
¿Cuánto tiempo hace que se sospechaba de la conducta de Helga Schmidt como gestora de la Ópera valenciana?
¿Era necesario que un juez activara una gran operación policial para dudar de su gestión?¿No es cierto que hace ya dos años que no se confiaba en ella, que parecía excesiva su actividad, más aún desde la existencia del informe Diógenes y que se le buscaba sustituta/o ?
¿ Por qué no se le apartó por prudencia cuando se conoció el informe de la Intervención? ¿Por qué se le toleró que en plena crisis económica gastara lo indecente (90.000 euros en dietas y viajes en el 2009. 2010 y 2011)?
¿ Por qué siempre decía la consellera de Cultura, María José Catalá, que sustituir a Helga era un tema “difícil”?
¿ Por qué seguía viviendo en un hotel de lujo en Valencia pagado por los valencianos? ¿Por qué a pesar de todos los indicios, de su detención y de los registros no ha sido ya destituida (ha sido apartada temporalmente)?
Estas y otras preguntas son necesarias, porque confirman que a la consellera de Cultura, María José Catalá, se ha equivocado en la gestión del caso; se debería haber actuado con mucha antelación anticipando escenarios. Prueba de estos es que en la Generalitat Valenciana estaban ayer sorprendidos por la espectacular operación policial, por las detenciones, por los registros y por las muchas y enormes sospechas que atacan ahora a una institución cultural tan deteriorada en su imagen como es el Palau de les Arts. Se trató de una sorpresa derivada de la mala gestión del caso, de la falta de previsión, de no haber sabido actuar con la suficiente diligencia política.
lavanguardia
Estas y otras preguntas son necesarias, porque confirman que a la consellera de Cultura, María José Catalá, se ha equivocado en la gestión del caso; se debería haber actuado con mucha antelación anticipando escenarios. Prueba de estos es que en la Generalitat Valenciana estaban ayer sorprendidos por la espectacular operación policial, por las detenciones, por los registros y por las muchas y enormes sospechas que atacan ahora a una institución cultural tan deteriorada en su imagen como es el Palau de les Arts. Se trató de una sorpresa derivada de la mala gestión del caso, de la falta de previsión, de no haber sabido actuar con la suficiente diligencia política.
lavanguardia
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