¿Podemos es, definitivamente, la Syriza española?
No. Somos diferentes y sobre todo actuamos en contextos diferentes. Grecia no es España. Syriza es la fuerza del cambio en Grecia y para nosotros su victoria es muy buena noticia. Sus primeras medidas, subir el salario mínimo y asegurar el suministro eléctrico a 300.000 familias pobres, prueban que se puede hacer política de otra forma.
Usted ha afirmado que la distinción entre derechas e izquierdas está superada. ¿De verdad lo cree así? Este era el discurso de la primera Falange, en los años treinta.
Nunca he dicho que la distinción entre derechas e izquierdas, en tanto que categorías ideológicas, esté superada. He dicho que no sirve para entender la realidad actual de los partidos políticos. Las ideologías no han muerto, como decía el falangista Fernández de la Mora. Estoy hablando del secuestro de las ideologías parte de quienes se han dedicado a propagar que el único pensamiento posible es el del mercado. Bajo la apariencia de la vieja lucha entre derechas e izquierdas se ha creado un escenario en el que siempre ganan los mismos: los poderes financieros.
¿No teme convertirse en un juguete de las televisiones privadas? La televisión es saturnal. Siente la tentación de devorar a quien encumbra.
Hay que ser temerosos siempre. Y prudentes. Vamos a tener que estar alerta. La esgrima en las tertulias de televisión nos ha permitido darnos a conocer a mucha gente en toda España. Pero eso no tiene porque ser permanente. En política es bueno estar preparado para rectificar. Un escenario que te ha sido favorable durante un tiempo, llega el día en que deja de serlo.
leer más en lavanguardia
No hay comentarios:
Publicar un comentario