sábado, 3 de enero de 2015

Ricardo Costa, de elegante a pijo, de diputado a imputado y de primera fila al escaño 98

La fiesta de Ricardo Costa se acabó el 9 de octubre de 2009, el Día de la Comunidad Valenciana de hace más de 5 años. La hora la pusoEsteban González Pons, siempre tan aficionado a los titulares: "La fiesta en Valencia se acaba a las cuatro de la tarde". Una semana después, Costa dejó de ser secretario general del PP valenciano, dejó de ser portavoz del grupo parlamentario en las Cortes y dejó ser todo lo que podría haber sido.

Pasó de elegante a pijo, de diputado a imputado, de la primera fila al escaño 98, de aspirante a todo a incordio. "Tu serás el próximo presidente del Gobierno de este país, dentro de poco eres el que vas a mandar ahí, macho", le dijo Francisco Correa a su amigo Ric en una conversación de 2008. Y justo ahí comenzó su agonía, entre pinchazos telefónicos, relojes, trajes y gramos de caviar.

A finales de septiembre de 2009, un informe de la UDEF, que investigaba ya el denominado 'caso Gürtel' revelaba por primera vez la posible existencia de una facturación doble de Orange Market al Partido Popular valenciano, una en A de Alicante y otra en B de Barcelona. Según la Policía, Ricardo Costa actuaba como"canalizador de los pagos con fondos ajenos".

El pasado 15 de diciembre, Costa fue oficialmente procesado por presunto delito electoral y falsedad en las campañas electorales de 2007 y 2008, junto a una veintena de imputados, entre altos cargos del PP, cabecillas de Gürtel y los constructores que pudieron colaborar en la financiación irregular del partido. Este viernes Costa dimitió como diputado autonómico. Dice que Gürtel no tiene nada que ver.

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