Con esos documentos obtuvo móviles de compañías telefónicas que vendió para conseguir dinero y comer compulsivamente a escondidas de su familia. Ahora, cinco años después, tras haber pagado las indemnizaciones, curada ya de su enfermedad y con dos hijas menores a su cargo (una de ellas una bebé de dos meses).
Sara tendrá que cumplir una pena de seis meses de prisión por no pagar a tiempo la multa de 1.440 euros por la que se le conmutó la pena. Si no le conceden el indulto para el que recoge firmas a través de Internet, la joven irá a la cárcel.
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