El alcalde del PP que engañó a todos (qué extraño)

El alcalde de Calp se retira tras haber estado 12 años imputado sin que se conociera

Javier Morató ha ocultado durante dos años una condena de un año por fraude fiscal

Como alcalde tapó seis años una imputación por no aclarar el origen de 1,2 millones

El viernes se despidió Javier Morató alcalde de Calp por el Partido Popular durante tres mandatos consecutivos (1995-2007); y desde 2011 concejal de Alternativa Popular para Calpe, una escisión del PP que fundó después de que César Sánchez, actual alcalde y número tres de la ejecutiva de Alberto Fabra, se hiciera con el control de la asamblea local.

Lo que no contó Morató son los verdaderos motivos por los que deja la política y renuncia a volver a presentarse, como deseaba, a la Alcaldía: una condena de un año y dos meses de prisión por delitos contra la Hacienda Pública y pena de multa de 1,2 millones por ocultar el origen de 1,2 millones de euros en ingresos no justificados que obtuvo entre 1995 y 1996, sus dos primeros años como alcalde de Calp. Además, en concepto de responsabilidad civil, Morató deberá pagar a la Hacienda Pública 477.662 euros. Si no hace frente a las multas entrará en prisión.

Morató ha engañado durante años a sus vecinos y compañeros de partido al asegurar que no tenía ninguna causa judicial abierta. También a este periódico, al que confirmó el lunes que existía una sentencia por fraude fiscal pero que únicamente le inhabilitaba -es decir, no era pena de cárcel- por un tiempo «de sólo unos ocho meses», que no era firme y que estaba vinculada a la venta del hotel rural del Mas de Pau de Penáguila. Morató volvió a engañar a todos porque su versión no tiene nada que ver con la realidad.

Según la sentencia de un juzgado de lo Penal de Benidorm, a la que ha tenido acceso EL MUNDO, un juez condenó a un año y dos meses de prisión al histórico dirigente del PP en la provincia de Alicante el 5 de marzo de 2013. Durante dos años ha sido concejal pese a la condena que, según declaró el martes, estaría pendiente de recurso en la Audiencia. Morató encargó su defensa al prestigioso penalista valenciano Javier Boix, abogado de Francisco Camps, Carlos Fabra o Rafael Blasco en asuntos de corrupción.

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