Vamos e empezar viendo la situación en su conjunto, la situación de las relaciones sociales, económicas y productivas.
Hace muchos años, a consecuencia de grandes esfuerzos, voluntad y espíritu de lucha, se empezaron a conseguir mejoras en el nivel de vida de los trabajadores, al menos en Europa. No se podía bajar la guardia ni un momento pues muchas veces, lo que había costado años conseguir, en poco tiempo quedaba desbaratado, pero aún así, y aunque de forma lenta, el progreso se podía palpar.
Desde los inicios del capitalismo, este ha tenido de forma periódica crisis, crisis que un economista aparentemente pasado de moda, ya hace bastante más de cien años, 144 en concreto, explicaba como una de las herramientas que el sistema utilizaba para hacer retroceder las conquistas de los trabajadores.
Desde luego, hay otras formas más aparentes para conseguir retrocesos e impedir avances, como los sindicalistas que en números superiores a cien pierden la vida cada año en Colombia, pero por estos pagos se hila más fino, aunque de una forma en realidad mucho más brutal, por la cantidad de gente afectada, en su hacienda, y en sus vidas.
La crisis actual, generada no por el fabricante mediano, ni por el capitalista mediano, con nombre y apellidos, sino por entes más difíciles de combatir, siglas y multinacionales, conjunto de fondos especulativos, bancos, grandes empresas teóricamente asesoras de inversión y grandes multinacionales parece que no tiene freno. Difícil de combatir a sus autores por no depender de ningún país concreto, porque si un país las pretende erradicar o vive en la autarquía o lo despedazan.
La situación actual no es que horrorizaría a Marx o a Keynes, es que incluso Adam Smith se llevaría las manos a la cabeza, de poder observarla.
El retroceso que persiguen no está limitado a las condiciones de los trabajadores de Europa, no, es global, pues actúa de freno también a los avances más firmes o más tibios de todos los países emergentes.
Nos están expoliando desde todos los posibles caminos, empezando, para ser clásicos con el salario, pero este es solo un aspecto, y como ciudadano recortando las políticas de bienestar, en su sentido más amplio, educación, sanidad, servicios sociales, vivienda, transportes y muchos otros aspectos que continúan en los campos de consumidor, donde te venden a precios inadecuados o productos inadecuados, por sus imprevisibles consecuencias (transgénicos…) o por proceder de la esquilmación de mares o de agriculturas a las que están hundiendo en la miseria, y destrozando todo el entramado social existente, lugares donde de forma muy simple se sobrevivía razonablemente y que ahora, a sus campesinos no les ha quedado más remedio que engrosar las zonas marginales de las ya marginales ciudades del tercer mundo.
No sólo esto, nos están robando el aire y la tierra, cada vez más contaminada y con fecha de caducidad ya visible. Carpe Diem piensan, pues no les importamos nosotros, esta claro, pero tampoco les interesan ¿sus biznietos? No creo que haya que buscar mucho más lejos..
Y todo esto representa vidas, vidas truncadas, salud deteriorada, envejecimiento más rápido, incremento de la mortalidad, medicinas inalcanzables, mayores diferencias entre unas minorías y el resto de los humanos, muertes directas, hambres y sequías y una larga lista que no se puede desarrollar en unos minutos pues necesitaría una vida entera para exponer las salvajadas que se producen y las consecuencias de las mismas.
Y la Unión Europea no hace nada pues está controlada, por los responsables de esta misma crisis, que al mismo tiempo son sus grandes beneficiarios, y está controlada debido a la gran carencia de democracia real en la misma. Tal como funciona, con controlar a un número limitado de personas (muchas pero muy pocas en comparación a los ciudadanos) se controla la UE.
Y la crisis interesa, no solo para sacar unos beneficios especulativos rápidos, como generalmente se cree, sino, como acabo de exponer, para hacer retroceder las condiciones sociales de los ciudadanos a épocas pretéritas y así asegurarse un incremento de beneficios a largo plazo.
Alguno se preguntará ¿pero si todo se hunde, no perderán también ellos?. No, pues en el momento preciso, cuando se haya retrocedido lo suficiente, de pronto, mira por donde, el crédito volverá a fluir, las presiones de los mercados cesarán y se volverá a poner en marcha la rueda económica, pero esto sí, con unas condiciones sociales mucho más bajas.
¿Se puede hacer algo contra esto? Desde luego a través de los medios clásicos muy poco, ni hay actualmente posibilidades revolucionarias para una nueva revolución, que además debería ser global, ni en los países llamados democráticos los actuales partidos, muy asentados tanto los del poder como los de la oposición, hay posibilidad de que los mismos, los que tienen más peso, agarren este toro por los cuernos, además de que como hemos dicho, son partidos nacionales y a nivel nacional solamente puedes parchear las heridas, pero no curarlas ni evitar nuevas.
La única posiblidad es la de que se vaya creando un gran movimiento con la finalidad de crear un partido transnacional, o una agrupación de partidos, con el fin de copar el Parlamento, de tener una mayoría que, aun con las limitaciones de poder del mismo, sería la única forma posible, en estos momentos, de modificar las actuales políticas, heredadas de este FMI que tanto daño ha hecho, que ha impedido durante decenios y decenios que Sudamérica levantase cabeza, modificar estas políticas, vetar las posiciones nefastas de
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