martes, 15 de noviembre de 2011

El Carme solicita amparo al Síndic por el exceso de ruido


Un local de ocio nocturno lleva locos a los vecinos de la calle del Pintor Zariñena, en pleno barrio del Carme de Valencia. "Cada noche se concentran [a las puertas de esta discoteca] decenas de personas para beber, vender latas de cerveza o drogas e incluso ejercer la prostitución", se quejan los vecinos faltos de descanso.

El paisaje por la mañana no es mucho mejor: personas que duermen la mona en los portales de los edificios, rastro de orines, latas vacías...

Los vecinos acumulan partes policiales y se han servido de mediciones sonométricas de 2009 para acreditar sus quejas. Están dispuestos a llegar hasta el final. Toni Cassola, de la asociación Amics del Carme, y ocho comunidades de propietarios de la zona se han cansado de esperar la intervención del Ayuntamiento de Valencia y le pedirán que cierre el local de forma cautelar y restrinja su horario de apertura -ahora está abierto hasta las siete de la mañana- a las dos. "Si es preciso, que se ponga servicio policial para evitar las escandaleras y la suciedad", propuso Cassola.

Un año sin ZAS

Esta asociación, que pelea desde hace años contra el exceso de ruido que provocan las decenas de locales de ocio del Carme, sometió anoche a votación dirigirse a la Sindicatura de Greuges y conseguir su amparo.

Hace más de un año que un tribunal falló a su favor, urgiendo al Ayuntamiento de Valencia a considerarla Zona Acústicamente Saturada (ZAS), pero desde entonces no se ha hecho nada, asegura Cassola. "Una vez más se pone de manifiesto la indolencia y la falta de interés con que el Consistorio afronta un problema cada vez más extendido en la ciudad", dice Cassola mientras critica la gestión de la concejal delegada responsable de la contaminación acústica en Valencia, Lourdes Bernal.

Las mediciones llevadas a cabo en el área donde está enclavada la discoteca, en la calle del Pintor Zariñena, evidencian que prácticamente los siete días de la semana se superan en este punto los 65 decibelios permitidos en horario nocturno. "Es vergonzoso que esto ocurra precisamente en una zona declarada ZAS, con sentencia judicial incluida, cuya tramitación sigue un año después pendiente de una solución definitiva", agregan desde Amics del Carme.

Vía: El País

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