jueves, 24 de noviembre de 2011

Democracia ¿Cómo en Marruecos?

Pues sí, no nos creamos mucho más democráticos que en Marruecos, yo creo que hay poca diferencia, y al menos, allí, hablando con la gente, la mayoría te expresa que no creen en su democracia, no se dejan engañar, son más conscientes de lo que tienen.

Veamos unos cuantos puntos en común:
  • Los dos países disponen de rey. Es cierto que uno es un casi un dictador y el otro no. Esto es lo que nos hace creer que somos un país democrático.
  • En los dos, aparentemente pueden presentarse muchos partidos, sólo unos pocos tienen vetada la posibilidad (fundamentalistas que pueden imponer normas religiosas a todo el mundo, algunos independentistas sospechosos de alianza con banda armada...).
  • Donde hay un rey sediento de riquezas, en otras partes hay partido sediento de riquezas.
  • La corrupción existente en Marruecos es grande, pero ¿y la de aquí?.
  • El rey de Marruecos se guarda muchos poderes, aunque haya un gobierno el se reserva determinadas carteras. Aquí, con las listas cerradas, las cúpulas de los partidos pueden hacer y deshacer a su antojo, tienen a los parlamentarios cogidos por el mango, no dependen de sus votantes sino de la cúpula, acordémonos de la frase de Alfonso Guerra, "El que se mueva no sale en la foto". Lo mismo me da que sea el rey o que sean cuatro de la cúpula de un partido los que dirigen la política, en ningún caso somos "nosotros".
Veamos también como el sistema electoral modifica la voluntad de los votantes:
Resultados 20-N Resultados si fuese sistema proporcional

PP 186 159
PSOE 110 103
CIU 16 15
IU 11 25
UPyD 5 17
PNV 5 5
ERC 3 4
BNG 2 3
CC 2 2
Compromís Q 1 2
FAC 1 0
GEROA BAY 1 0
EQUO 0 3
Pacma 0 1
Otros 0 5

Como último detalle destacar que de las personas con derecho a voto, solamente un 30% ha votado PP.

Como se ve ¿Puede absolutamente asegurarse quien gobernaría? y por supuesto, solo a base de pactos, o sea de forma mucho más conciliadora y menos arrolladora y con muchas más voces para apretar al Gobierno y para decir las verdades.

Pero si no nos movemos como algunos pueblos son capaces, por ejemplo los egipcios, con lo que hay nos quedaremos.



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