lunes, 17 de octubre de 2011

¿Vamos directos al precipicio?


Me refiero a todo el Estado: Es evidente que las encuestas dan por ganador a una de las personas más dubitativas, con menos dotes de mando y organización posibles y lo que es peor, perteneciente a un partido cuyos principales dirigentes solamente saben trabajar para si mismos y para su entorno, para un 5% de los ciudadanos y siempre a las ordenes del capitalismo internacional.

Y lo triste es que la única, aparentemente, alternativa posible, no es que sea igual, verdaderamente no lo es, pero en definitiva tampoco en sus planteamientos y en los de su partido, se ve un deseo claro de luchar y de abanderar en su entorno internacional (Unión Europea...) una salida a la actual lucha de clases que se esta desarrollando entre el capitalismo internacional (a veces se le llama mercado) y los ciudadanos del mundo.

Hablas con la gente y todos conocen la rapiña extendida en amplias capas del partido que desgraciadamente puede ganar con facilidad, todos "conocen" que "desconocen" su programa y todos conocen lo que ha hecho el actual gobierno.

¿Qué les lleva en estas condiciones a la mayoría, parece muy claro, a votar a la peor opción y si no a ella, a la segunda peor opción?.

¿El miedo?¿el infantil miedo del salto a lo desconocido?. Hay otras opciones, objetivamente hablando tienen en sus programas muchos puntos mas beneficiosos para el ciudadano, hay gente que puede desconocer estas opciones pero estoy seguro que las conoce mucha más gente de la que presuntamente a a votarlas.

Pero este miedo a lo desconocido les atenaza y el miedo a la situación actual les impide pensar con claridad.

Por esto digo que, o nos movilizamos al máximo, o utilizamos todos los momentos que transcurran desde ahora hasta el 20 de noviembre, o utilizamos toda nuestra inventiva, nuestra capacidad de de lucha, nuestro entusiasmo, cada conversación y cada minuto, todas las redes sociales posibles, o nos dirigimos al abismo, abismo del que nos puede costar muchos, muchos años rehacernos, nos puede costar perder como mínimo una generación entera hasta conseguir levantar la cabeza y levantar la cabeza deberá ser no a los niveles de 2007 sino a unos niveles sostenibles muy diferentes de los actuales. Aunque no hubiera iniciado la guerra el capitalismo especulativo internacional, aliado con sectores de este País, a los cuales el País no les importa un rábano, lo único que les importa es "su" "pais" es decir este 5% que siempre sale beneficiado.

Esto es lo que hay y a ello debemos dedicarnos.

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