Medio Ambiente ha dado el visto bueno a proyectos urbanísticos en 2.240 hectáreas en área de riesgo desde la entrada en vigor del Patricova.
Accidentes como el que costó la vida a un matrimonio inglés el pasado viernes en Finestrat por una avenida de agua que arrasó un mercadillo ubicado en un barranco, ponen de manifiesto el peligro de inundación que presentan numerosos núcleos urbanos. Sobre todo en épocas como la que se avecina, con la inminente posibilidad de gota fría.
Lo cierto es que al margen de la particularidad de casos concretos como el de la Cala de Finestrat, cuyo ayuntamiento había sido sancionado por la CHJ por pavimentar la zona y ocupar el dominio público hidráulico, la Comunitat Valenciana cuenta con numerosas actuaciones urbanísticas en emplazamientos con riesgo de inundación.
Desde que en 2003 entró en vigor el Plan de Acción Territorial del Riesgo de Inundación de la Comunitat Valenciana (Patricova), la Conselleria de Medio Ambiente ha aprobado más de un centenar de actuaciones en zonas inundables. En estos casi nueve años de vigencia del plan se han emitido informes favorables para urbanizar en un área de 2.240 hectáreas —equivalente a tres mil campos de fútbol—.
Se trata de obras que necesitan actuaciones complementarias para corregir el riesgo de inundación y, en este sentido, el balance es negativo. Cuando se puso en marcha el Patricova —en enero de 2003— tras cartografiar el territorio a finales de los 90 y apreciar las zonas de riesgo de inundación, se previó la realización de 153 obras para reducir los peligros de avenida o inundación.
Vía: Levante
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