A tamaño gigante y a la vista de todos. Así se exhiben los anuncios de prostíbulos en Valencia, que han encontrado en la Entidad de Transporte Metropolitano (ETM), empresa de titularidad pública, su mejor escaparate. Desde hace días, algunos de sus autobuses publicitan casas de citas en la parte trasera. Se trata de cartelones enormes que rebajan a la mujer a la condición de objeto de consumo. "Tu cita con el placer", reza uno de ellos, mientras un grupo de adolescentes jalea el paso del vehículo. A la vista quedan direcciones, números de teléfono y webs. Basta hacer una llamada o entrar en internet para comprobar que se trata de clubes de alterne que ofrecen servicios de prostitución.
Esta publicidad recorre con rutinaria insistencia las principales avenidas de la ciudad y de los pueblos de su área metropolitana. Se trata de decenas de autobuses de hasta nueve líneas de la ETM.
"Esta publicidad no nos gusta especialmente, pero no podemos hacer nada para impedirla, la ley les ampara", señala Martínez. gerente de la Agencia Valenciana de Movilidad, de la que depende la ETM. La Agencia Valenciana de Movilidad, según indica su web, "tiene como función principal la coordinación entre los distintos modos de transportes metropolitanos y de estos con las administraciones".
La responsabilidad última recae en la Conselleria d'Infraestructures. Su titular, Isabel Bonig, reconoció ayer a este diario que desconocía que estos autobuses publiciten negocios que se dedican a la explotación sexual. "Se mirará y se verá si es o no oportuno", aseguró y añadió que "personalmente" le parece "poco ética" esta publicidad.
La Generalitat se escuda en que la ley ampara el negocio
Los autobuses valencianos ya estuvieron envueltos en otra polémica relacionada con la publicidad. En marzo de 2009, los autobuses de la EMT del Ayuntamiento de Valencia fueron los que vetaron una campaña de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL), con el lema "Probablemente Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida".
La ciudad condal, por otra parte, ha bloqueado este año una campaña de la Plataforma de Apoyo al Juez Garzón. La empresa que gestionaba la publicidad en Barcelona era la misma que vetó las campañas de Valencia y Zaragoza, Promedios. La compañía alegó que su normativa impedía gestionar "publicidad de mensajes ideológicos o sobre creencias", aunque los autobuses no tuvieron problemas para lucir, antes de la visita del papa a Barcelona, la publicidad de los ultracatólicos E-Cristians: "Bienvenido Benedicto XVI".
Vía: Público
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