lunes, 2 de marzo de 2015

Compromís se mide con Podemos

El ascenso electoral de Compromís parecía imparable en la Comunidad Valenciana hasta que apareció Podemos. Hoy las dos formaciones presumen de formar parte de la nueva política enfrentada a la vieja política de populares y socialistas. Y ambas, Compromís y Podem, compiten por un segmento común de electores que está cansado de los partidos tradicionales.

En este contexto, Compromís que siempre ha estado pendiente de la emergencia de Podemos —la candidata Mònica Oltra y el portavoz parlamentario Enric Morera nunca han ocultado sus relaciones con los dirigentes del partido del círculo— ha decidido medir la pegada de Podem en el País Valenciano. El pasado jueves por la noche, la Fundació Nexe, una entidad próxima al valencianismo político del Bloc, reunió a la candidata de Compromís a la Generalitat, Mònica Oltra, y al secretario general de Podem en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, para debatir sobre el futuro del País Valenciano.


Dos puntos de partida distintos

Candidaturas. Compromís ya tiene confeccionadas la práctica totalidad de sus candidaturas municipales y autonómicas. Podem no tendrá las listas a Cortes Valencianas hasta el 31 de marzo, tras las primarias internas, y no presentará listas municipales propias, aunque previsiblemente dará su apoyo a candidaturas de Guanyem.

Programas. El partido de Antonio Montiel prevé tener su programa elaborado el 15 de abril próximo, que será debatido y votado por sus círculos y asambleas. La formación de Mònica Oltra cuenta con la base del trabajo hecho durante la legislatura y documentos anteriores que están abiertos a la ciudadanía para mejorar sus propuestas.

Estructuras. Compromís se vuelve a presentar como una coalición de partidos regida por un complejo sistema de contrapesos. En sus últimas primarias participaron más de 40.000 personas. Podemos centraliza su poder en un Consejo Político autonómico, elegido en primarias por 8.350 votantes, que somete sus decisiones a las bases.

“Me sorprendió cómo se desarrolló el acto”, confiesa Montiel, “pensaba que se trataba de reflexionar y no de un debate cara a cara”. El secretario general de Podem, que ya tiene decidido que se presentará a las primarias para ser candidato a la Generalitat de su partido, confiesa que se quedó sorprendido cuando vio hervir las redes sociales con los comentarios de los militantes de Compromís mientras él había asistido a reflexionar sin necesidad de acudir con su responsable de redes sociales. “Voy a tener que ser más cauteloso”, añade.

El debate permitió comprobar que Oltra tiene un discurso cuajado y que Compromís cuenta con una maquinaria engrasada para la campaña electoral. Al lado, Montiel tuvo que admitir que solo hablaba como secretario general —“Yo no soy todavía candidato y el programa todavía lo estamos haciendo con la participación de la gente”— aunque ante las preguntas de los asistentes tuvo que avanzar sus propuestas a título personal.

Las intervenciones de ambos permitieron adivinar que los lindes de una posible cooperación postelectoral tendrán que convivir con estructuras no homologables. La candidata de Compromís, en tono amable, marcó diferencias. “Las municipales y autonómicas no son para Compromís unas elecciones instrumentales para lograr un buen resultado en las generales”, continuó Oltra, “los proyectos políticos cuanto más cercanos mejor. Necesitamos un Varoufakis que vaya a Madrid y diga que la infrafinanciación de los valencianos no es justa”.

“No tendré problemas para negociar con cualquiera que gobierne en Madrid”, replicó Montiel, que previamente había afirmado que Podemos “puede ser el grupo más numeroso del Parlamento español en las próximas generales”. Una predicción que permitió ver también los contrastes en el concepto de Gobierno. Para Oltra, no se trata de cambiar un despotismo ignorante por otro ilustrado sino de apostar por un multipartidismo que recupere la palabra y evite la acumulación de poder.

Montiel confesó: “Nunca me creí el Gobierno tripartito catalàn [que presidió Pasqual Maragall] porque estaba hecho desde la lógica de ocupar posiciones. Tras las elecciones pienso en un modelo cooperativo de Gobierno que decidirá la gente”. “Será un pacto alrededor de programas y no de cuotas”, remachó. La campaña, oficiosamente, ya está en marcha.

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